31 de agosto de 2009

Don't cry for me, Argentina..I will come back!

Soy wikipedista desde el 30 de Junio de 2005, a las 8:35PM, hora de Caracas; no, aún no teníamos el huso horario del inexistente "Meridiano de Rio Chico". Y me siento muy orgulloso de poder contribuir a la distribución del conocimiento en el mundo, en todas las lenguas posibles. Empecé escribiendo en la wiki en inglés, como una manera de estimular mi fluidez y dominio de la lengua, hasta que un día me dije "pedazo'e bolsa, por que no escribes en Español, tu lengua materna?" y un buen día de Agosto de 2006 me uní a la wiki en Español. Casi un año después, en Julio de 2007, empecé a escribir en la wiki en Ladino, movido por el hecho de que hacía (y hace) falta aumentar la información disponible para los que hablan este idioma tan lleno de historia y ligado a mi gente. Tanto así, que se ha convertido en la wiki en la que más colaboro, lo que me hace una rareza entre los wikipedistas latinoamericanos; como me dijeron una vez, "tu como siempre tan exótico". Y para rematar, escribo con todo el gusto del mundo en la wiki portu, desde Noviembre de 2008. Capaz y este año, pa'seguir el trend anual de colaboraciones, me pongo a aprender wayuunaiki y empiezo en la wiki guajira, jejeje :-) Cuando vivía en Yerushalayim, me enteré que la Fundación Wikimedia ofrecía becas para financiar el viaje de wikipedistas a su congreso anual, llamado Wikimanía. Como este año iba a ser en Alejandría, coño, pensé que era más fácil que me becaran, ya que hasta en bus me podía ir. Pero no :-( Y lo más triste del caso es que un venezolano que becaron, arrugó casi que el día anterior a la inauguración. Pero bueh...shit happens

Este año, me postulé de nuevo y me aceptaron, pero ya yo estaba en el Banco cuando salió la aceptación. Me costó una bola y parte de la otra negociar ese permiso, pero confiaron en mí y me fui a Buenos Aires! Me acordaba de la canción de Raffaella Carrà en la que decía algo como "para ser feliz hay que ir al Sur", o algo asi, y me daba mas risa...jajajaja. Verga, que cancioncita tan gay, jajajaja!

Luego de pegar las mil carreras para tener todo listo, asegurarme que tendría comida kasher durante los vuelos, dónde me iba a quedar (no había dólares pa'l hotel, este iba a ser un viaje bien low-budget) y sobre todo, tener el trabajo más que al día, hiper adelantado, salí del trabajo directo al aeropuerto. Menos mal que hombre precavido vale por dos, y había hecho check-in a través de internet, así que ya tenía mi boarding pass y sólo tendría que echar la maleta; es decir, me estaba ahorrando una hora de cola hiperladilla en un aeropuerto que a veces pareciera que apagan el aire acondicionado a propósito y ponen a uno a sudar hasta que le da vinagrera en la cor
va :-S

Cuando fui a pasar a inmigración, los detectores de metal chillaron como nunca, y tuve que dejarme someter a una infructuosa metida de mano por parte de dos efectivos de la Guardia Nacional: un varón (dícese..aunque desde el incidente de las pantaletas, yo creo cualquier cosa, hasta en militares con ligueros debajo del uniforme) y una mujer Guardia Nacional que seguía incrédula de que yo volviera a pasar por el detector de metales y la vaina seguía sonando, y me restregaba el detector portátil por el cuerpo; hubo un momento en que me miró y me dijo "ya va, tu no tienes prótesis de metal en el cuerpo?". Estuve poco menos que tentado a decirle "amiga, y luego de diez minutos de tener a tu compañero de la GNB acá esculcándome frente a tus ojos y de los de medio aeropuerto Simón Bolívar es que vienes a pensar en eso? Te veo como lenta!", pero como en realidad, no tengo partes metálicas (que yo sepa, mi mamá no parió a Astroboy) le dije que no, que nunca me habían siquiera intervenido quirúrgicamente, lo cual es cierto. Pero lo mejor vino luego, cuando pas
é por la taquilla, o la verga esa donde le sellan a uno el pasaporte. Como sabía que me tocaría amanecer volando y no tendría tiempo de decir Shaj'rit (el rezo de la mañana) porque me iba a tocar salir como botellazo'e mesonera del Aeropuerto Ministro Pistarini (Ezeiza) hacia el Centro Cultural General San Martín, me fui con mis t'filin en su estuchito de soldado, anti todo. La muchacha que me atendió en inmigración era el digno ejemplo del empleado público de la Robolución: Con un Blackberry en un lado, mira el estuche de los t'filin y me dice "Y esa loncherita, que es?". Con toda la paciencia pedagógica que me caracteriza, le explico que son los t'filin. Y ella me pregunta luego, perpleja "Y ustedes lo usan para rezar?". "Si", respondo de manera lacónica y con una sonrisa Colgate, a lo cual ella, no se si ignoranta, bruta o por sacarme la piedra, me pregunta más intrigada aún "Y a quién le rezan ustedes?". Ya mi ceja empezaba a levantarse solita...pero se arqueó más aún cuando, luego de responderle que le rezamos a D"s, me dice "ah, y es que ustedes creen en D"s? Yo pensé que los judíos no creían en D"s, como eso es lo que uno ve por televisión..". Verga...traté de disimular mi indignación y mi pena ajena por ella, y me limité a decirle "Estás raspada en Historia Universal, de nuevo al Octavo Grado...", con una sonrisa irónica...claro, se lo dije una vez que tenia mi pasaporte en la mano, la pinga!


En fin, pasé a la sala de embarque y ya se estaba por esconder el catire, así que aproveché que la sala de espera estaba medio sola para rezar minjá, el rezo de la tarde. Na'guará, cuando terminé de rezar y voltée para tomar mis corotos y sentarme de nuevo, tenía a toda la sala viéndome. Y antes ni me habían mirado! Que curiosa es la gente, vale..sinceramente! Y cuando bajamos a la parte donde uno se monta en el autobusito todo el mundo me miraba a la cabeza. Aló, o sea, nunca han visto una kipá en la calle?

El vuelo a Lima fue excelente. Como pude elegir mi asiento via internet, siempre elegí pasillo, pa' poder estirar las piernas un poco y no tener que fastidiar a la gente cuando me dieran ganas de cambiarle el agua al canario. La atención? LAN es simplemente excelente: la atención a bordo, la falta de improvisación de último minuto ni asientos jodidos que observamos en Santa Bárbara Airlines (ahora SBA Airlines luego de su alianza con Aserca Airlines) por ejemplo; ni nada de restrasos como los de 2 horas típicos de Aeropostín, ni el personal de a bordo le habla marraneao a uno como las azafatas de la estatal Conviasa. De paso, el sis
tema de entretenimiento es super decente y con películas que aún están en cartelera, comida glatt kasher (claro, JAMÁS al nivel de la comida de El Al) pero realmente sabía bien y al menos no era una ensalada de atún fría como nariz de foca, como las que sirven en Alitalia. Lo único, de pana y todo, es el acentico chileno...no es nada personal contra los chilenos, pero coño, cómo destesto el acento chileno! po' anda, y escribe todo encachado que estás volando en LAN, orgullo de toda América Latina, cachái? Mira que escribes harto poco de nosotros y así el blog te va'quedar como la zorra! Verga, me saca la piedra!!!!


Buenos Aires es simplemente hermosa. No hay otra manera de describirla. La arquitectura que te hace sentir que estas en Europa, las calles amplias y aunque atestadas de carros, el tráfico fluye, y mucho mas que en Caracas. La gente, sorprendentemente muy amable. "Y los argentinos inmamables donde coño están?", me preguntaba. Pero verga, en Buenos Aires, defin
itivamente no! Los Porteños son super amables y educados, aunque cómo me porfiaban cuando preguntaba donde quedaba una estación del metro cercana, me surgían diálogos infructuosos como este:
-"Señor, buenos días, usted sabe dónde me queda cerca una estación del Metro?"
-"ah, del Subte?"
-"Si, del Metro"
-"No, el Subte"
-"Bueno! El Metro!"
-"Ché, mirá, no es lo mismo!"

Ah no, que ladilla! Y si alguna vez me he quejado del Metro de Caracas, retiro lo dicho y me doy con una piedra en mis naturalmente blancos dientes! El Subte no tiene aire acondicionado, y la humedad en la ciudad es alta, así que a veces jiede (ni siquiera hiede, sino jiede) y el calorón, a 33 grados Celsius en pleno invierno en hora pico, con dos maletas y el bolsito lleno de goodies que me dieron al registrarme en la conferencia..no hacen nada fácil el recorrido, mi hermano! Llegué a la casa de Joe más sudado que sostén de maracucha..natürlich, llegué saludando y metiéndome a la ducha de una, y torcido del hambre nos fuimos al Abasto Mall, que antes era algo así como el Mercado Mayor y lo reinventaron como un centro comercial. Yo quería ir ahí pues es parada obligada, tiene un McDonald's kasher!
Wiiii, comeré anime frito con certificación kasher!! Es el único McDonald's kasher fuera de Israel, aunque siempre me pregunté porque el Ronald no lo mostraban con kipá y tzitziyot...

Como yo no soy escandaloso ni paso inadvertido, tipo bajo perfil, todo el mundo me miraba en el área donde estaban las mesas, ulay porque me oyeron pedir la comida en guaro con cierto matiz caraqueño..lo cierto es que de una mesa un grupito de haredim no dejaba de mirarme, hasta que me ladillé y para que hablaran más aún ,le dije en el acento venezolano más rajao posible a uno que pillé en forma mirándome "Te mueres de la curiosidad al verme los tzitziyot por fuera y usando jeans, verdad?". Se puso como un papel tornasol, pero mas nunca voltearon a mirarme!

En cambio, en el negocio de al lado, que más ashkenazí no podia ser -venden kishkes, varénikes, blintzes y latkes- estaba un señor en la caja que, cuando pasé a botar la basura, me dijo "De dónde sos? Me da curiosidad" Y nada, cuando le conté que era de Venezuela, llamó a una señora que cargaba un sheitel y que estaba en la cocina y me cayeron a preguntas, para saber como se vivía la comunidad bajo Chávez. por supuesto, las caras fueron larguísimas cuando empecé a contar los detalles que nos afectan, no sólo a los judíos, sino a la sociedad venezolana en general, en materia de libertades. Al señor de vaina le dio algo cuando le empecé a explicar lo de la Ley de Educación y los cierres de las emisoras de radio..no fue un momento nada agradable. Lo que si me pareció un gesto muy bonito, es que los señores del negocio y otros que se acercaron, dijeron que iban a hacer tefilá por los venezolanos, para que saliéramos de este momento oscuro pronto. BzH"..

De regreso a la casa de Joe, a pie, a medianoche, rememoré mis caminatas nocturnas en Israel, en las que olvidaba lo que era la tensión y la imposibilidad de salir caminando de noche en Caracas sin esperar a que le peguen a uno un tiro por un par de zapatos, que de paso son imitación. El clima? mucho mas fresco que el hijueputa calor del día.

Hay varias cosas de las que me arrepiento de no haber hecho en este viaje a Buenos Aires: de ver a Anita, de ver a Luis, de ver a Avi y a su esposa Irina, de ir a hacer tfilá con Aarón en Sucat David, de pasear por Puerto Madero como me recomendó Helen, de ver a Nikko y a Adriana...pero conocer, compartir y aprender de otros wikipedistas compensó en exceso los puntos negativos del viaje. Siento que me quedé corto, que pude haber aprendido, socializado y conocido más a otros wikipedistas, pero de verdad, sin que me quede nada por dentro, fue una experiencia ganar-ganar absoluta, desde gente que ya sabía de mi trabajo con la wiki en Ladino casi que en solitario (more help is needed, please) hasta acuerdos de crecimiento mutuo con la gente de la
Associació d'amics de la Viquipèdia y descubrimientos de trabajos de otros wikipedistas en portales y revistas electrónicas de altísimo nivel académico. De pana, me sentí en las grandes ligas...y bueno, los chamos de Wikimedia Argentina se botaron. Muy bien organizado todo y super cálidos todos, sin duda. Y mis sanguchitos kasher siempre llegaban a tiempo, jejejeje. Kol hakavod!

Shabbat..fue todo un cuento, porque a última hora fue que conseguí donde ir, a un Bet Jabad. Si, YO en un Bet Jabad! Menos mal que no habían cámaras filmándome, jajajaja! Lo bueno de este Bet Jabad, es que su kabbalat shabbat lo tenian mas que todo orientado a jóvenes, en su gran mayoria poco religiosos, como una manera de ayudarlos a socializar e integrarse con un poquito de Torá y así les van metiendo el cassette de Jabad...jejejeje. Pero excelente, de nuevo, fui la estrella del show, todo el mundo quería saber cómo viven los judíos venezolanos bajo Chávez y todo el mundo quería saber cómo supe del Bet Jabad, y claro, al final todos querian saber que tal era Wikipedia, que había por dentro y todo, jejejeje. Me hice muy amigo de un gringo que se había ido a Buenos Aires a estudiar español un año (al parecer mucha gente hace eso) pero andaba más perdido que Adán el Dia de las Madres porque nadie hablaba inglés, sólo el hijo del rabino, que lo hablaba más o menos. Recuerdo que al final de Shabbat me dijo "gracias, hiciste este Shabbat mucho más fácil para mi, por fin tuve con quien hablar!", porque de los chamos y chamas, el inglés era así como básico, lo cual me parecía raro entre "niños bien", pero hablando de "niños bien" había una niña..qué niña! Marina, recuerdo su nombre, sefaradiá, HERMOSA como ella sola, y bien vestida: hablaba duro, se reía mucho, gesticulaba mucho, cuidaba muy bien como se paraba, el perfume que usaba..toda una sexovertida! Pero es shoméret negiá (no toca hombres hasta que se case), lo cual mi recién adquirido amigo gringo llamaba "a cock teaser". Coño, cuando Chaim (así se llama en hebreo) me dijo "Marina? Nah, dude, she's just a cock teaser, look at her, look at the way she walks and talks, I don't need to speak Spanish to realize that!" de vaina no me meo de la risa, porque JAMAS en mi vida imaginé que existiera un paralelo en la lengua de Shakespeare al término criollo "calientagüevo". Fue un Shabbat muy especial, sin duda, desde el chamo grandote al que llamaban Mister Músculo que al salir del Bet Jabad me dijo "Ché, vas a Recoleta? Si querés yo te llevo, vivo cerca" (si, en Shabbat) hasta los knishes y el kugel que preparó la rabbanit, pasando por el dvar Torá del rabino, la super pizza jalav israel que pedí a media noche pa'compartirla con Aarón en Motzaei Shabbat y que el repartidor insistía en hablarme en inglés, como si yo no hablara claro en español, o sea! y por supuesto Marina, jejeje. Creo que fue un Shabbat, y un viaje en general, que nunca voy a olvidar. De pana, valió y vale la pena todo el esfuerzo. Crecí profesional, académica, social, religiosa, y sobre todo, personalmente. Ahora solo me falta volver a por la segunda parte y disfrutar de Buenos Aires como debe ser :-) Y eso va!